Todos hemos tenido relaciones y amistades tóxicas en algún momento de nuestras vidas. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nadie es perfecto a la hora de mantener y fomentar amistades, ojalá hubiese un manual con instrucciones para ser este amigo ideal, pero claramente no lo hay. Siempre vamos a tener  momentos en los que una persona es más amable y solidaria que la otra, alguien olvida un cumpleaños, o alguno de los dos tiene un episodio egocéntrico. Pero hay una gran diferencia entre superar un obstáculo en una amistad y estar en una que se considera tóxica. 

"Las amistades tóxicas consumen energía en vez de renovarla", afirma Suzanne Degges-White, profesora y directora del Departamento de Consejería en la Universidad del Norte de Illinois. "En este tipo de relaciones, es probable que te sientas peor después de pasar tiempo juntos, en lugar de sentirte mejor". Sin embargo, no siempre es sencillo reconocer una amistad tóxica cuando estás dentro de ella. Si te encuentras en esta situación, continúa leyendo para obtener consejos de expertos sobre cómo identificar una amistad tóxica y cómo gestionarla.

Primero estate atento a las señales que te da el universo. Empieza fijándote en cómo te sientes con tus amistades. "Si alguien te hace sentir emocionalmente (y a veces físicamente) agotado, eso podría ser una señal de alerta", dice la terapeuta y coach de liderazgo Karina Aybar-Jacobs. Esto puede verse como hacerte sentir culpable por no querer hacer algo; exigir mucho apoyo sin darte nada a cambio; ignorar tus límites; o molestarse cuando tienes otras prioridades (gaslighting). 

"Los amigos tóxicos parecen tener la necesidad de hacer que los demás se sientan tan mal como ellos se sienten por dentro", dice Degges-White. Si un amigo compite contigo por objetivos profesionales o intereses románticos, o incluso difunde chismes sobre ti, piensa en por qué podría estar haciendo eso. Si has notado este tipo de comportamiento de manera constante, sin importar lo que esté pasando en la vida de tu amigo, esto podría ser una señal de toxicidad. Pero si las acciones parecen ser episodios aislados y tu amigo ha pedido disculpas o está pasando por un momento difícil, podría ser solo un caso puntual. 
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Cuando ese amigo te invita a salir y tú enseguida buscas excusas para no ir, es una buena idea reflexionar sobre por qué pasa esto. Si alguna de las señales de toxicidad que mencionamos antes se te viene a la cabeza, es momento de abordar esos problemas y pensar en cómo quieres que siga la relación.

Si quieres seguir siendo amigo de esa persona, lo mejor es tener una conversación honesta sobre lo que te está molestando. Degges-White sugiere algo como: "Necesito hablar contigo de algo importante. ¿Cuándo es un buen momento para reunirnos?" Busca un lugar neutral, como un parque o una cafetería, para que ninguno de los dos se sienta en desventaja. Cuando se reúnan, Degges-White recomienda que enfatices que valoras la amistad y que quieres seguir adelante, pero que hay cosas que deben cambiar.
No te olvides de escuchar también lo que ellos tienen que decir. Puede que hayan pasado por un periodo difícil en otras áreas de su vida y actuaron de esa manera sin darse cuenta. O tal vez se sintieron heridos por algo que hiciste o dijiste y tú ni siquiera te diste cuenta. Sé abierto a lo que tienen que decir, pero mantén tus necesidades de límites y respeto. "Lo que ves y crees es tu realidad, pero lo mismo es cierto para tu amigo", dice Degges-White.

Lo ideal es llegar a un acuerdo en el que se intercambien disculpas de manera significativa, dejen de lado la animosidad y acuerden empezar de nuevo. Al final de la reunión, hagan un plan concreto para reunirse en unas semanas después de haber tenido tiempo para reflexionar sobre la conversación y sus esperanzas de un nuevo comienzo. Para su próxima salida, intenten hacer algo que se sienta celebratorio e íntimo, como cenar en su restaurante favorito o realizar una actividad que siempre han disfrutado juntos.

A veces, está bien dejar ir amistades que se sienten demasiado destructivas para continuar. "Si un amigo nos hace sentir constantemente mal, o evoca sentimientos horribles, no solo sueñes con escapar", dice la psicóloga Harriet Lerner, autora de "La Danza de la Ira". "Sal de ahí".

Aunque pueda parecer difícil, es momento de iniciar una conversación de ruptura. Primero, escribe los puntos que quieres abordar para que puedas salir de la reunión sabiendo que has dicho todo lo que necesitabas decir. Luego, pide a este amigo que se reúna en un lugar neutral y cuando lo veas, "no culpes", dice Degges-White. En su lugar, explica que necesitas tomarte un tiempo separado debido a cómo te sientes o a cómo van las cosas en tu vida. Si insisten, puedes reiterar tus límites y explicar que el espacio que estás pidiendo es realmente importante.Hablar sobre la disolución de la amistad puede hacer que te sientas más seguro de tu decisión y más preparado para seguir adelante.

Siéntate con un amigo de confianza o un miembro de la familia que no tenga una conexión personal con tu amigo tóxico y charla sobre tus sentimientos. (Solo intenta que no se convierta en una sesión de chismes malintencionados). Ellos te recordarán que eres amado y mereces amistades satisfactorias en tu vida.Incluso después de separarte de una amistad tóxica, puede ser difícil encontrar nuevos amigos en los que confíes. Está bien tomarte un tiempo para lamentar la pérdida de la amistad de la misma manera que podrías lamentar la pérdida de una pareja romántica. Cuando te sientas listo para encontrar nuevas personas con quienes pasar el tiempo, intenta hacerlo de manera intencional descargando LocoVoco o uniéndote a una clase donde puedas conocer a personas afines.